martes, 26 de julio de 2011

El verano y las crisis de pareja

Todos tenemos la necesidad de llegar a las vacaciones de verano. Suponen ese momento de descanso en que podremos recuperar fuerzas, y nos imaginamos unos días idílicos en los que solo haremos esas actividades que tanto estamos deseando hacer, en unos casos estar tumbados en una playa oyendo el sonido del mar, en otros pasear por bosques o por senderos de montaña, en fin, en cada caso lo que cada uno desea.

Pero luego la realidad es otra. El stress del día de salida, la carretera, la llegada al destino, deshacer las maletas, en muchos casos ir a hacer algo de compra porque no hay nada de comer, los niños alborotando todo el camino y al llegar ya casi en estado de histerismo ...¡¡Dios mio!! ¡Irse de vacaciones se parece el desembarco en Normandia del ejercito aliado!!

En efecto, así es. Y a la decepción de no encontrar ese paraíso anhelado, sino todo lo contrario, ya el primer dia (no hablemos del momento de ir a la playa y encontrar un sitio para poner la sombrilla con los niños gritando alrededor como marcianos que invaden la tierra, o del paseo por el bosque que esta mas concurrido que la M30 en hora punta y que mas que un paseo parece la escalada de un cinco mil, imposible de andar para un ser humano normal y corriente), además, tenemos que añadir el hecho de que es el momento del año en que pasamos mas tiempo con nuestra pareja, y ademas tomando decisiones y organizando juntos, cosa que normalmente no hacemos.

Esto genera una situación de stress muy intenso, que suele desembocar en muchos casos en una crisis de pareja, que tendrá su salida después de las vacaciones, si es que no se ha producido ya ante la idea de tener que afrontar unas vacaciones compartidas.

Parece una situación con poco margen de maniobra. Pero en realidad, las crisis se recrudecen o terminan explotando por el hecho de que en realidad, no queremos reconocerlas, o nos imaginamos que las vacaciones nos ayudarán a a relajarnos, cuando en realidad no solo no es así, sino todo lo contrario.

¿Que podemos hacer?